Yo no cambié, no te engañes, me cambió la puta indiferencia, las sonrisas falsas, los puñales en la espalda. Mucho pides, poco das. Así es, das la mano y te estrangulan el cuello. El primero en el que confías, el primero que te decepciona. Y de esto se trata, de sobrevivir en este mundo de locos. Sobrevivir a los que dicen que te quieren pero te joden, acostumbrarse a que las relaciones cambian.
Me diste todo, pero todo eso me lo arrebataste, no te mereces ni mis disculpas ni mis agradecimientos.