Todo el mundo ha hecho alguna vez un barco de papel, aún sabiendo que cuando fuera a desempeñar su función se iba a mojar y se acabaría el viaje. Me rio de todos esos que dijeron que mi barco no llegaría a su destino. Porque cuando digo destino, hablo de tí. Y cuando hablo de un barco de papel, frágil, y condenado a fracasar, hablo de mi. Lo conseguí...
El cielo también es inalcanzable para ellos... Y eso es porque no han tenido la oportunidad de estar una milésima de segundo mirándote. Consigues que la felicidad camine a mi lado, que los sueños se cumplan. Solo te compartiría para demostrarle a este mundo que la perfección no existe, pero que tú la cumples. Que se te da más que bien romper límites y normas establecidas.
Y que el día que no sonríes no sale el puto Sol.
