¿Sabéis ese sentimiento entre la culpa y la decepción?
La desesperación de no saber si es culpa tuya, o la fue de otra persona. El desconcierto de saber que no supiste cómo reaccionar ante situaciones que requerían tu total atención. La desorientación después de todo aquello que os hundió.
Es difícil describir este sentimiento, y a la vez poco agradable también.
El trasfondo de todo esto es la pena, la tristeza de no sentirte bien contigo misma ni con tus actos.
Llegado a este punto tienes dos opciones: huir, desaparecer y ser cobarde o quedarte quieta y esperar a que todo pase. Yo hoy tacho todo aquello que hace que las cosas sean difíciles, poco agradables. Tacho todo eso que hace que no sea feliz, todo que no me haga sentirme bien. Quiero ser feliz ¿y tú? :)
Dicen que para tocar el cielo hay que empezar de cero...